Reunido el Jurado del V Concurso de Microrrelatos de la Biblioteca Belones, ha decidido dar como ganador el microrrelato: Ya es tarde.
Escrito por: Mª Carmen Gilabert Lizón.
Y como finalistas de dicho concurso, a los microrrelatos:
Climaterio, de Inmaculada Navarro.
Las luciérnagas, de Gloria López.
Las luciérnagas, de Gloria López.
Nuestra más cordial enhorabuena a las autoras.
La Biblioteca Belones da las gracias al resto de participantes en el concurso y les anima a que sigan enviando sus relatos en próximas convocatorias.
Estos son los relatos premiados.
GANADORA:
Mª Carmen Gilabert Lizón
con el microrrelato
Ya es tarde
Como el conejo del cuento. Siempre pienso: “llego tarde,
llego tarde”. Cuando voy a trabajar, no disfruto del agua en la ducha porque
llego tarde, desayuno a toda velocidad porque llego tarde.
Llego al trabajo y lo hago todo a la máxima velocidad y
sin concentrarme porque no quiero llegar tarde a mi casa.
Llego a casa, organizo todo y preparo la comida
rápidamente para que cuando venga mi familia no se me haya hecho tarde. Comemos
juntos, pero mi pensamiento no está con ellos sino en no llegar tarde a todas
mis actividades vespertinas.
Llego a mi lugar de ocio y recreo pero sigo en tensión,
no me relajo porque pienso en todo lo que me queda por hacer, no quiero llegar
tarde.
Cuando en el silencio de la noche medito, pienso:
“¿Qué hice hoy con mi tiempo?, Ya no hay vuelta atrás.
He llegado tarde”.
FINALISTA
Inmaculada Navarro Ruiz
Climaterio
Me levanto sin ganas, las voces de mis vecinos se cuelan
por el balcón entreabierto de la habitación. Se gritan porque ya no tienen nada
que decirse. A Leonardo le gusta el café y a Narcisa el té.
En la cocina, la sintonía del programa de la radio evita
la necesidad de conversar.
Aunque sean muchas las veces que me ha rechazado, estoy
decidido a dar el paso. Me acerco por detrás, los dedos se me enredan y, aun
así, intento encontrar su punto débil.
El tiempo se llevó las palabras.
En silencio, la reto.
Suspira resignada, tal vez no esté tan sola.
Mejor así.
Entro en mi habitación, enciendo el teléfono y descubro
que, hoy domingo, tengo que ponerme traje y corbata.
La radio sigue sonando y desde el fondo del pasillo
corea un estribillo: “Ni tú eras para tanto, ni yo soy para ti”.
Gloria de la Soledad López Perera
Las luciérnagas
“Como decirle al viento que se lleve este
tormento, pues el alma celosa no descansa y llena mi cabeza de aleteos de
luciérnagas desde la triste noche de tu partida”. El día que María susurró estas palabras, la que
llamaban Soledad visitó su casa y ella no dudo en invitarla a pasar.
Meses después su corazón se rebeló por fin ante la intrusa que ahondaba
cada vez más en la herida y logró expulsarla con el viento del norte. Esa
primavera María volvió a descubrir el color del mar y entre espumas se elevó al
cielo azul cuando los ojos de Jaime la encontraron entre aquel grupo de
personas. Esa madrugada, las luciérnagas huyeron al descubrir a los amantes
luchando sobre el blanco lecho.
Gracias a todas las personas que han colaborado para que se pueda celebrar, un año más, este concurso.
